M. Z.
30 KILOS MENOS
No existe el momento perfecto para empezar a querernos, no se van a alinear los astros para meternos en una burbuja y trabajar en un proceso completo de renovación física y mental. Ese ha sido uno de mis grandes aprendizajes del último año para aplicar a toda mi vida. Porque el proceso que empezó en el que muchos consideraban el peor momento posible, un 25 de noviembre, ha sido el más transformador de mi vida a nivel no solo de imagen, si no también emocional.
Me preguntan mucho si me ha costado perder 26 kilos (con 4 anteriores míos hacen 30!), y mi NO siempre sorprende. El proceso de aprender a quererte y priorizar en tu vida hace que una comida sea menos apetecible que una buena conversación, y que tu foco y energía cambien de lugar para siempre a lugares nuevos y fascinantes.
Elegir a Ylenia como mi acompañante en este proceso ha sido un regalo inesperado, pensaba que era una nutricionista y me encontré una aliada vital que cada semana me reforzaba en mi camino y me daba la seguridad sin fisuras de que haciendo todo bien se llegaba. No sabía en esos momentos lo lejos que podía llegar, y a dónde, y sigo sin saberlo, pero ahora sé sin la menor duda que puedo hacerlo.